martes, 22 de mayo de 2012


 Eres solecito de mañana, se coló por mi ventana, calentó toda mi alma y alumbró mi corazón...



domingo, 20 de mayo de 2012

¿Agibílibus?

Aquel hombre creía que todo se
vendía y que todo se compraba.
Un día su esposa le dió un hijo y
el hombre esperó con impeciencia
a que el tiempo le diera al niño la
capacidad de pedirle muchas cosas
y a él la satisfacción de enseñarle
a negociar cada uno de sus antojos.

Llegado el momento, el hombre
lo invitó a que le presentara la
lista de sus solicitudes.El niño
pidió el telón de los atardeceres,
la clave del sol, un aerolito, las
cosquillas que sintieron en las
bocas de los estómagos los
astronautas que descendieron
por primera vez  en las praderas
de la luna, el bosque de los abrazos,
un curso de idionas para saber
qué dicen el baile de las colas de los
 perros, las lenguas de agua
que murmuran en los troncos
de los árboles y las palabras
fosforescentes que cantan en los
ojos de los gatos, la corriente
eléctrica generada por los besos,
un ratón de computador que le
enseñe a evitar las ratoneras de
las respuestas y que en cambio
le conduzca siempre al queso de las
preguntas, y un poco del sonido del
mar con la posibilidad de colocarlo
en el interior de una concha de
caracol. El hombre no supo qué
hacer porque esas cosas no las
vendían en ninguna parte.
Su mujer, entonces, lo llevó de la
mano al almacén de la infancia.

Jairo Aníbal Niño

viernes, 18 de mayo de 2012

NIÑO Y TRES MOSTRUOS



NIÑO Y TRES MONSTRUOS
Con el primer monstruo
 ve la tele. Y el segundo
 escucha sus historias.

Con el tercer monstruo 
duerme y sueña con
 monstruos sin miedo.

Con el cuarto monstruo
 no puede hacer nada
 (porque sólo son tres).

(Pilar Fonseca)